NOS QUEREMOS VIVAS

En 2015 murieron 60 mujeres, en 2016, 44 fueron las muertas, y en este año 2017, del que contamos con 67 días,ya son 21 las mujeres muertas. Pero no nos engañemos, en realidad las mujeres no se mueren, son asesinadas, porque las mata otra persona, un hombre para más señas, y las mata por ser mujeres. Ellos no son los únicos culpables, todos somos cómplices en la medida que no cortamos los micromachismos cotidianos, todos participamos de alguna medida con nuestros silencios.
Y hablamos en los telediarios de las asesinadas, pero:
¿Quién habla de las víctimas a secas?
¿De las agresiones que no llegan a la muerte?
¿De sus secuelas?
¿De las que viven amenazadas?
¿De las familias que viven enfangadas en la violencia machista?
¿Por qué se pone el acento en si había denuncias previas o no?
¿Quién habla de una sociedad patriarcal donde las mujeres somos tratadas como propiedad, mercancía o mano de obra barata?
Nosotros desde aquí, desde RTVE, también podemos aportar nuestro grano de arena, podemos informar, informar bien, ayudar a deshacer la madeja del machismo cotidiano, de la broma, del tópico, del chiste, de la desigualdad y de la discriminación; y ayudar desde la educación y concienciación.
NOS QUEREMOS PROFESIONALES (independientemente de si somos madres)
Trabajar en una empresa como ésta dónde existe hasta una “Comisión de igualdad” no nos sitúa a la cabeza de la lucha contra la discriminación ni el machismo. En esta empresa el problema no son tanto los sueldos como las oportunidades laborales de progresar. La brecha salarial en principio no existe ya que los sueldos están regulados por tablas salariales, pero:
¿Qué ocurre con los contratos fuera de convenio? ¿Cuántas mujeres hay en puestos directivos o de jefes de área respecto a los hombres? ¿Cuántas hemos perdido dinero, un determinado turno o una responsabilidad por exigir una cierta conciliación? ¿A cuántas se les ha cambiado de departamento o retirado tareas por tener una reducción de jornada?

¿Qué sucede cuándo pedimos una excedencia? En el momento que asumimos reponsabilidades familiares nos convertimos en una carga para la empresa, los jefes y muchos departamentos sin ni siquiera dejarnos demostrar que seguimos rindiendo igual, que seguimos siendo las mismas profesionales. Arrimamos el hombro de igual manera, con los mismos objetivos, con las mismas ilusiones, con las mismas ganas, y con la misma capacidad.
¿Por qué se supone que por ser mujer, seré madre y no podré ser profesional? ¿Por qué hacemos que maternidad y profesión sean incompatibles?
¿Por qué se piensa que conciliar es menos, cuando en realidad es más?
Pero… ¿sabéis lo que queremos?
NOS QUEREMOS VIVAS Y SOBRE TODO, NOS QUEREMOS LIBRES.
¡¡¡LA REVOLUCIÓN SERÁ FEMINISTA O NO SERÁ!!!
Añadir nuevo comentario